Intento de homenaje a Jaime Sabines en la voz de un amigo anclado
¿Qué buscan los viajeros cuando,
aun habiendo estado
bajo edificios y sobre calles,
sobre parques y bajo árboles,
no se han movido un milímetro de sí mismos?
¿Qué buscan los viajeros
cuando cargan su maleta
pesada de rituales
sin contar la que aprieta
con código indescifrable
asida del corazón?
¿Qué buscan los viajeros al verse y no verse
en la gente que pasa caminando?,
¿en aquellos a quienes miran de reojo
en la intimidad de un fugaz espacio público?,
¿en aquella piel que vuelven a vestir y a desvestir,
un día tras otro,
cuando hay por fin un instante de soledad?
¿Qué buscan los viajeros
en las otras caras del sol,
en las otras esquinas del cielo,
en los otros surcos del viento?
¿Qué buscan los viajeros
cansados de tener la casa en movimiento
pero no de ver y de ver
ni de andar y de andar
en las mismas plantas
de pies ya diferentes?
¿Qué buscan los viajeros
al no saber que buscan,
al arriesgarse a contener
el vacío de sí mismos
como se detienen las arcadas
como se frena el día?
¿Qué buscan los viajeros
divididos entre sumas,
aquí y allá,
si no es el sabor cambiado
de las lágrimas
nacidas
de ojos conocidos?
23 de mayo del 2021
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Julián Bernal Ospina
Escritura a secas 