Un amigo que trabaja en el centro de Manizales me escribió alarmado. Me contó un hecho insólito que los medios locales –otra vez– se resisten a publicar. Por la ventana de un edificio antiguo en el que los ascensores siempre están a punto de dejar a sus usuarios encerrados, vio algo que cualquiera podría considerarSigue leyendo «La lagartocracia»